LA ESTRUCTURA URBANA Y LOS NIVELES DE DESARROLLO REGIONAL EN MÉXICO

Abstract

El desarrollo regional impulsado en México, demuestra distorsiones territoriales que son producto de una sobrada concentración económica, centralidad de las decisiones políticas y desigual distribución de los beneficios. La apertura comercial y la globalización son factores que agudizan esta estructura inequitativa y producen además en los ámbitos locales fragmentaciones entre grupos sociales y espacios geográficos, como son las zonas rurales del país y los cinturones de pobreza urbana en las grandes ciudades. Como una pequeña muestra de dicho proceso se expone a continuación el caso de la región del Valle del Fuerte, Sinaloa (Ahome, Angostura, Guasave, El Fuerte y Salvador Alvarado), el cual se perfila como un bastión agroindustrial de la Región Norte del país, cuya dinámica poblacional tiende a obedecer a la estructura urbana mono céntrico prevaleciente de la zona.Para efectos del presente trabajo se examinaran a grandes rasgos la perspectiva actual a nivel regional de sus principales ciudades, tomando datos que nos aporten elementos suficientes para un análisis trascendente. La Región del Valle del Fuerte es un ejemplo más plausible de una región formada por las denominadas ciudades medias y pequeñas, las cuales tienen una estructura urbana caracterizada por la evidente concentración demográfica y económica; así como, una dispersión de la población rural y urbana, entre sus 8 ciudades principales, la cual representa una marcada desigualdad regional en la distribución de la riqueza. La idea que se ha consolidado entre los estudiosos de la planeación regional, principalmente, es la identificar a una región con alta estructura urbana que de igual forma tenga altos niveles de desarrollo. Esta idea en la mayor parte de las ocasiones tiende a formular criterios plasmados en programas de desarrollo regional, sin evaluar factores importantes y determinantes para el desarrollo de los mismos programas. Si bien es cierto que las zonas urbanas son las que muestran mayores niveles de servicios y equipamiento; así mismo como una estructura urbana en vías de consolidación o ya consolidadas, no existe una garantía de desarrollo benéfico para la población que las habita. De tal forma se pretende introducir al análisis regional convencional, factores cuantificables que nos permitan diagnosticar de forma más práctica la posible influencia que tiene la estructura urbana en los niveles de desarrollo regional o viceversa.