Caracterización climática y energética de estructuras de invernaderos para el cultivo intensivo de tomate de cáscara (Physalis ixocarpa Brot).

Abstract

Para un rendimiento óptimo bajo ambiente protegido de cualquier hortaliza es necesario además de un buen manejo agronómico del cultivo, es indispensable una buena gestión del clima y consumo energético del invernadero, regulando las variables climáticas para proporcionarle al cultivo las condiciones más favorables a cada etapa fenológica de las plantas, para lograrlo se deben considerar al menos tres aspectos importantes para una buena gestión del clima; primero la arquitectura del invernadero su geometría y dimensiones idóneas para ayudar a una renovación natural del aire interior, cada microclima requiere de dimensiones particulares del invernadero, segundo, el tamaño de las aberturas de ventilación laterales y cenitales, diversos autores recomiendan para la agricultura protegida en clima mediterráneo que las aberturas de ventilación deben oscilar entre 20 y 25%, de la cubierta total del invernadero, esto para el caso de México y Estados como Oaxaca se ignora porque no hay estudios que lo avalen, tercero las densidades de los tejidos de las mallas anti-insecto con las que se cubren las aberturas de ventilación, para permitir el paso del aire y no de insectos se ha estudiado muy poco.